LAS IDAS Y VENIDAS DE CADETES

El otro día en el artículo que titulé “Afianzando las bases”, prometí hablar del baile de cadetes que se ha producido en los últimos meses con idas y venidas y por ello aquí estoy para dedicarme a ello.

De todos los seguidores rojillos es sabido que Osasuna ha fichado al delantero cadete de Bera Iker Osua, jugador del Kostkas, club convenido de la Real. También el club rojillo se ha hecho con los servicios de jugadores pertenecientes a clubes convenidos con el Athletic. Del Txantrea ha fichado a Javier Cambra, Tiago Galhardo y Lucas Chamarro, del Pamplona se ha fichado a Ibai Arrasate y del Oberena a Unai Larrea.

Hay quien se preguntará como esto puede suceder. La razón es muy clara. En estas categorías no se pueden realizar contratos profesionales a los jugadores y esta circunstancia, unida a la sensatez de los progenitores, hace que los chavales apuesten por quedarse en casa.

Cada uno tiene su opinión, por supuesto que respetable como no podía ser de otra manera, pero desde luego, bajo mi modesto entender, creo que esta es la forma más razonable de dar respuesta a las seducciones de otros clubes. Hay quien no opina lo mismo y de hecho hay jugadores que han optado por irse con 14-15 años a Villarreal y a Bilbao. Yo, que me dedico profesionalmente a la educación de adolescentes, considero que en esas edades, en pleno proceso de maduración personal, un chaval, donde debe permanecer, es en el seno de la unidad familiar.

Recientemente el rotativo bilbaíno “Deia” decía: "Osasuna ha vuelto a meter mano en la marca Athletic en Nafarroa”. ¡Qué sacrilegio! ¡Unas familias queriendo que sus hijos sigan viviendo con 14 años en la unidad familiar y en su entorno afectivo-emocional y de amistades!

Ya sé que desde la perspectiva del futbol negocio el cadete no es un chaval de 14 años sino una futura máquina de hacer dinero, pero ¡Señores y señoras!, hay alguno que ejerciendo de padre, piensa en el bienestar y en el crecimiento madurativo de su hijo. ¿Qué horror verdad?

Por parte de Osasuna ¡Qué vergüenza! ¿Cómo se le ocurre decirle a un navarro que juegue en el equipo de su tierra?.

No se, creo que se nos está yendo este tema de las manos. El hecho de que no se puedan formalizar contratos profesionales en la categoría cadete es uno de los pocos resquicios que hacen que el negocio del futbol pueda vivirse desde una perspectiva más humana.

Reitero que un chaval, en pleno proceso de crecimiento personal, donde debe estar, bajo mi punto de vista, es en su casa, con sus progenitores. Si continua progresando en el futbol, no se preocupen ustedes que ya dará el salto al campo profesional.

Un futbolista de 14 años antes de ser futbolista es persona y como tal tiene unas necesidades vitales que parecen no contar para este “futbol negocio”. El chaval de estas edades debe estudiar, debe desarrolla actividades propias de la edad, debe mantener sus amistades, aun cuando estas no estén ligadas al deporte del balompié, debe ver más mundo que solamente el futbol y sobre todo debe ser guiado, tutorizado y educado por su padre y madre.

En las últimas 11 campañas 573 chavales han estado en la cantera de Osasuna. De todo ellos solamente 22 han debutado en el primer equipo, pero es que solamente la quinta parte de ellos ha llegado a jugar en el juvenil de División de Honor. Esta es la realidad del futbol. Por lo tanto insisto, que el chaval se eduque y crezca en el entorno familiar y si es bueno, ya dará el salto con 18 años.

Unido a todo lo que estoy comentando anteriormente considero que Osasuna, con la presencia de Ángel Alcalde, ha empezado a hacer las cosas bien. Es verdad que no tiene el potencial económico para seducir a los chavales y a sus familias con asuntos meramente materiales, pero de un tiempo a esta parte, el club rojillo ha empezado a mimar a los chavales a través de programas formativos de interés. Además ha entendido el tono de mi artículo y está mimando, como he venido defendiendo en mi exposición, la formación integral del jugador, no solo futbolística, cuidando aspectos más educativos y relacionados con aquello que está viviendo como persona.

Hoy quizás me he salido de tiesto. Los que quieran encontrar en este blog solamente reflexiones futbolísticas, hoy quizás les haya decepcionado puesto que he hablado casi más de educación y de psicología evolutiva de la adolescencia, que de futbol propiamente dicho. Sé incluso que habrá muchos detractores al tono y a los contenidos tratados en el artículo, pero es mi forma personal de ver las cosas.

Gorritxo