ME PREOCUPA EL ESTADO FÍSICO

El pasado sábado estaba de casa rural con la cuadrilla y los dejé para venir al Sadar a ver a los rojillos. Mientras regresaba del partido a reencontrarme con los amigos, en la soledad del viaje y pensando en el encuentro, tenía una sensación agridulce que a continuación compartiré con todos vosotros y vosotras.

La victoria me supo muy bien, máxime cuando nos permite seguir una semana más en lo más alto de la tabla. Osasuna suma 10 victorias seguidas en el Sadar y alcanza un hito histórico que jamás había cosechado.

En la zaga en líneas generales volvimos a estar bien pero en la línea de creación considero que estuvimos más espesos. No sé si por la falta de encuentros o porqué, pero a Mérida lo veo un puntito mejor que a Íñigo y la ausencia de Fran en gran parte del encuentro creo que lo padeció el equipo.

En línea de ataque creo que estuvimos bastante atascados. Tocamos bien el balón e incluso hubo momentos en que nos gustamos en exceso con acciones individuales de calidad, pero en el futbol sino finalizas jugada de nada sirven las florituras y en esta línea por ejemplo a Rubén se le notó que salía de una lesión y no estuvo del todo acertado y Brandon estuvo luchador pero poco más. Si que el rato que estuvo Xisco en el campo, su actitud, me gustó más que la jornada pasada frente al Zaragoza.

Ganamos y estoy feliz y contento a pesar de que lo hicimos con un rácano gol que no se sabe muy bien si entró y con un futbol pobre frente a un equipo muy al estilo de Martín Monreal que probablemente mereció algo más premio que el que se llevó.

Osasuna estuvo muchos minutos del encuentro a merced del Nastic y de hecho fueron los catalanes los que gozaron de las mejores ocasiones, desbaratadas bien por error de los delanteros visitantes o por las acciones de un acertadísimo Rubén que al menos a mi fue uno de los osasunistas que más me gustaron.

Es verdad que Osasuna tuvo más y mejor toque y movimiento de balón, pero el futbol es futbol y si medimos el encuentro por ocasiones del gol, el bagaje rojillo fue inferior al del conjunto tarraconense.

Al margen no obstante de resultados me preocupa que a Osasuna no le veo con la frescura de otras veces. Llevamos dos encuentros que si bien hemos ganado, hemos acabado pidiendo a gritos el final del partido aun estando jugando en superioridad numérica. Llevo dos encuentros viendo a Osasuna que en los últimos 20 minutos baja mucho físicamente y eso se traduce en que mentalmente las ideas no fluyen de la misma manera. Esta circunstancia probablemente tenga mucho que ver con las múltiples lesiones que se han dado últimamente.

Estoy feliz por la clasificación pero ligeramente preocupado de que igual, para este final de liga en el que nos adentramos, físicamente empezamos a mostrar algunas carencias y ya es sabido por todos que justamente es ahora cuando más fuerte necesitamos estar.

En estos momentos creo que es necesario mencionar una vez más al gran artífice del momento dulce que estamos viviendo. Este no es otro que Jagoba Arrasate. Ante la preocupación del estado físico del equipo, me consuela la presencia del míster en el equipo.

El año pasado, ante las múltiples bajas que teníamos para el encuentro del sábado, estoy convencido que Diego Martínez hubiese efectuado cambios tácticos en el equipo y no hubiese tenido la valentía de contar con Olavide y Endika. Esta es la gran diferencia respecto al año pasado. El actual míster los tiene enchufados a todos y esto es algo importante cuando hay que hacer rotaciones bien por bajas o sanciones o por necesidad del equipo cuando hay estados bajos de forma. Además Jagoba no solo hace rotaciones y los tiene a todos enchufados sino que es valiente y no le tiembla el pulso cuando hay que dar el paso a chavalicos de la cantera, algo que tanto gusta en estas latitudes.

El sábado Olavide y Endika estuvieron muy bien y contar con los chavales de la casa es el mejor “muro rojo” que podemos tener, más que un nuevo estadio. Eso es lo que nos va a hacer crecer. Son los de casa los que nos van a hacer llegar al soñado ascenso. No obstante que pena me da Olavide, un chico que tiene un grandísimo futbol pero que no lo ha demostrado con ningún entrenador.

Iré acabando. Osasuna es líder. Probablemente sacar adelante partidos como los de este sábado, trabados y poco vistosos, son los que a un equipo le hacen al final de temporada estar en lo más alto.

Las estadísticas nos hacen ser optimistas. Según leía esta semana, desde la temporada 10-11, temporada en la que se estableció el nuevo sistema de ascensos con el play off, los equipos que han sido líderes en la jornada 28 terminaron subiendo a Primera al término del campeonato y de hecho todos los años, exceptuando uno, ascendieron de forma directa sin pasar por la fase de ascenso.

En el 2019 Osasuna ha cosechado una derrota, un empate y ocho victorias que le hacen estar en una situación privilegiada. Rayo y Huesca subieron el año pasado a Primera con 76 y 75 puntos respectivamente. Osasuna ahora mismo tiene 54 más los tres del Reus… la situación nos hace soñar…además siempre que hemos sido fuertes en casa hemos acabado con premio. Hasta ahora el record eran 9 victorias seguidas en casa con Alzate en la 79-80 y finalizamos la temporada ascendiendo, en la 05-06 con Aguirre también cosechamos 9 victorias seguidas en casa y acabamos en la previa de champions… este año ya llevamos 10 victorias seguidas como locales.

Pero vayamos poco a poco. Vuelvo a recordar mi preocupación por el estado físico del equipo unido a las lesiones. Ahora nos toca pensar en la dificilísima salida a la Rosaleda. Rubén, Fran Merida y Brandon que llegaron justos al partido de este sábado van a tener una semana para ponerse al 100%. Además vuelve Villar que ha cumplido el encuentro de sanción y Rober Ibañez ya entrena con normalidad.

Si que en Málaga habrá que estar muy atentos a las tarjetas ya que cuatro rojillos (Nacho Vidal, Brandon, David García y Kike Barja) están a falta de una para perderse un encuentro. Si a esta posibilidad le sumamos las bajas por lesión que se están dando en estas semanas, puede suceder que frente al Rayo nos encontremos en una situación similar a la de este fin de semana.

Gorritxo.