COLÍDERES


Osasuna ganó ayer algo más que tres puntos. Ganó el ser colíder del campeonato, algo que parecía imposible hace algunas semanas, evitó que un rival directo sumara y dio un golpe encima de mesa advirtiendo a los rivales que aquí estamos. Osasuna es colíder, pero además hay que anotar que el séptimo puesto, la posición de la tabla que marca la zona de los equipos que no jugarán el ascenso, se aleja a 6 puntos. Hay que estar felices, pero como bien decían ayer los jugadores, sigamos teniendo los pies en el suelo y sigamos trabajando. Hemos ganado una batalla, pero no la guerra.

El partido empezó a ganarse a las 9 de la mañana. Aunque la vieja Iruña amaneció con un manto espeso de nieve, 30 trabajadores del club dejaron el campo en perfectas condiciones y al menos yo, cuando llegué al estadio, me quedé altamente sorprendido por cómo estaba el césped. Siempre he pensado que Osasuna cuenta con un excelente equipo de jardinería y ayer lo corroboré.

Con el campo en perfecto estado y con una grada con más de 15.000 gargantas ahuyentado el frío, comenzó un encuentro que sabíamos que no iba a ser fácil y de hecho no lo fue. El Granada lo puso difícil y Osasuna no se mostró tan alegre como en otras tardes. La igualdad fue el rasgo más definitorio del encuentro, sobre todo en la primera parte. Partido de pocas oportunidades y de mucha cabeza y control sobre el rival.

El encuentro comenzó cuesta arriba, con un árbitro que quiso erigirse absurdamente como el protagonista del encuentro y que maltrató a Osasuna con sus decisiones y tarjetas en la primera fase del envite. En frente un Granada, que si bien no generaba grandes ocasiones de gol, transmitía a la perfección la apuesta que Diego Martínez acostumbra a desarrollar cuando juega de foráneo y que tantos éxitos le está dando: un juego no vistoso pero práctico, un planteamiento táctico bien trabajado y que acostumbra a ponérselo difícil al rival.

Al comienzo del segundo tiempo los visitantes dieron un pasito más hacia adelante y empezaron a incomodar un poquito más a Osasuna, pero los rojillos este año, son un conjunto al que es muy difícil poner nervioso. Osasuna es un equipo paciente, que sabe sufrir, que sabe esperar su oportunidad, que cree en él y que no pierde tan fácil la compostura. De hecho lo peor del encuentro vino cuando entró en la absurda batalla de las provocaciones arbitrales, pero cuando fue él mismo, cuando el equipo confió en sus posibilidades, volvió a tejer la senda del triunfo.

Osasuna está en racha y ha conseguido ganar su octavo partido consecutivo en el Sadar, pero esto no es una casualidad, esto tiene una razón de ser. El equipo está arropadísimo con una afición volcada y hay jugadores de mucha calidad que ofrecen alternativas diversas a un entrenador que cada día que pasa me sigue gustando más.

Ayer me encantó Vidal. Me daba auténtico pánico la lesión de Lillo y mira porqué Nacho me está sorprendiendo gratamente. Antes de su titularidad lo veía muy volcado hacia arriba dejando lagunas defensivas, pero lleva tres encuentros que me está encantando porque está defendiendo muy bien, a la vez que sigue ofreciéndose en el juego de ataque. Junto a él contamos con dos centrales increíbles. Lo de Unai y sobre todo lo de David, está siendo impresionante. ¡Qué bien los García!. Están que se salen.

En posiciones más ofensivas ayer Barja encontró más dificultades para irse por banda pero lo que no se le puede objetar es que hace un trabajo increíble. Creo que fue un acierto airear sus prestaciones con su sustitución y la incorporación de aires renovados como fueron los de Rober Ibañez, creo que al equipo y al propio Barja, le vino muy bien el cambio.

En el centro del terreno que voy a contar que no lo haya dicho hasta ahora. Mérida es el pulmón, el creador y si falla algo a la hora de defender, da igual, está junto a él Oier. Ayer era muy complicado porque delante había grandes jugadores, pero aun así el dueto Oier – Mérida se partió la cara y plasmaron una versión de juego práctico y solvente.

Para terminar debo mencionar especialmente a Rubén. Increíble lo de este chico. Ayer, en un partido de igualdad, un detalle de calidad suyo es lo que nos hizo ganar el encuentro. Sigo sin entender como se desprendió de él el Levante.

Ahora tocan dos salidas seguidas complicadísimas: Gijón y Soria. Osasuna debe seguir confiando en sí mismo y dar continuidad a la mejoría que dicen que se vio en Almería, encuentro que no comenté en su día porque no tuve la ocasión de ver. Me imagino que Jagoba nos sorprenderá con alguna de sus habituales rotaciones en el once. Veremos de lo que somos capaces. Por de pronto presentamos la tarjeta de presentación de ser colíderes del campeonato a lo que hay que añadir que llevamos tres encuentros seguidos en los que hemos dejado nuestra portería a 0.
Gorritxo

Comentarios