ANTIVIOLENCIA QUIERE CERRAR EL SADAR


Hasta ahora, quizás motivado por la vorágine de la temporada, no me había detenido a hablar de este tema. Hoy, con la tranquilidad que nos proporciona el descanso futbolístico, me dedicaré plenamente a ello.

Considero que esto empieza a ser una locura. No seré yo quien defienda acérrimamente a Indar Gorri, pero de ahí a considerarlos banda criminal y someterlos a un tratamiento como el que están siendo tratados, me parece una auténtica “caza de brujas”. Desde luego la vara de medir que se está teniendo con estos chavales no está siendo la misma que se tiene con otros grupos, algunos de ellos incluso contando en su haber con asesinatos.

El problema que ya me retuerce las tripas es cuando el asunto no acaba solamente en el ataque a Indar Gorri, sino que va más allá, arremetiéndose contra el propio Osasuna.

Llueve sobre mojado. En febrero la Comisión contra la violencia en el deporte propuso una multa al club de 30.000 euros que quedó en agua de borrajas. Con posterioridad, en el mes de marzo, también quedó suprimida otra multa de 100.000 euros que se propuso por permitir que Indar Gorri entrara a un entrenamiento con bengalas. En el mes de junio se volvió a la carga pero en esta ocasión con la propuesta del cierre del estadio durante un mes a parte de una sanción de 50.000 euros porque se entendía que la entidad estaba apoyando y favoreciendo a Indar Gorri vendiéndoles entradas para el último encuentro en Valladolid.

No se, veo que hay muchas ganas de multar, sancionar a Osasuna y en definitiva hacerle daño al club rojillo. Por ejemplo lo de las entradas para Valladolid no tiene justificación alguna. Todo el mundo sabe que las entradas para ese encuentro fueron a través de un sorteo ante notario, abierto al público y con los medios de comunicación presentes. Yo mismo participé en él. Para ello tuve que facilitar mi carnet de socio y mi DNI. Control absoluto. Osasuna no vendió más entradas que las que entraron en sorteo-insisto ante notario- Además cada entrada iba personalizada con el nombre de los agraciados con el fin de evitar que otras personas pudiesen hacerse con alguna de ellas.

¿Qué algún miembro de Indar Gorri salió en el sorteo? Pues sinceramente no lo sé, pero lo que está claro que las personas que participaron en él eran socios y por lo tanto con pleno derecho a participar.

El asunto no acaba ahí y recientemente se ha vuelto a la carga contra Osasuna y ahora se propone una multa de 200.000 euros y un mes de cierre de El Sadar porque entre los socios rojillos figuran miembros de Indar Gorri contra los cuales pesan diversas condenas, permitiendo que en algún encuentro de la presente temporada hayan entrado al estadio.

En fin, otra vez Osasuna es atacado y tiene que salir a defender sus derechos y desde luego el mal ya está hecho porque los medios de comunicación han filtrado la noticia dejando entrever en algunos casos que la entidad rojilla no cumple con la normativa vigente.

Me gustaría dejar claro varios asuntos para que todas las personas conozcan la realidad de los hechos. En primer lugar es verdad que al club le ha sido comunicado que 11 personas han sido condenadas por pertenencia a “banda criminal” pero jamás se le ha enviado ni sentencia judicial ni resolución administrativa alguna que indique que estos chicos tengan prohibida la entrada al estadio. Así mismo se le quiere sancionar a Osasuna porque estos chavales son socios, pero jamás se ha pedido al club que les privara a estos chavales de tal condición.

Recapitulando un poco los acontecimientos acecidos, se sabe que en el mes de septiembre el cuerpo nacional de Policía solicitó al club la información de si los once chavales eran socios del club y Osasuna respondió inmediatamente que seis de esos chicos seguían siendo socios rojillos.

Con posterioridad la policía comunicó que les fuera prohibida la entrada al estadio a estos chavales, algo a lo que Osasuna contestó que la sentencia judicial que contra ellos existía, no contemplaba prohibición alguna de entrada al estadio y por lo tanto se le estaba poniendo al club en la tesitura de adoptar una medida que no tenía un respaldo administrativo – judicial y obviamente ningún tipo de sustento legal. No obstante el club acató las peticiones policiales y prohibió el acceso a los chavales, aun a sabiendas que estaban siendo vulnerados los derechos de estas personas, los cuales estaban en la potestad de exigir responsabilidades a Osasuna.

Me gustaría hacer un inciso a estas alturas de mi narración dejando claro que ser socio de Osasuna es ser socio de un club deportivo y como tal somos propietarios de él, por lo que quitar la condición de socio a una persona, arrastra unas consecuencias mucho más profundas que la mera asistencia a un encuentro. En definitiva vuelvo a remarcar la idea de que sin que haya sentencia condenatoria alguna, el club no puede privar a sus socios de los derechos que les han sido otorgados. De hecho es de dominio público que a una de las 6 personas a las cuales el club, siguiendo las directrices policiales, se le prohibió la entrada al estadio, con posterioridad un juez dictaminó que no existía razón alguna para que se le prohibiera el acceso al Sadar, asunto por el cual ha podido presenciar en directo algún encuentro de esta temporada.

Me gustaría saber qué mano negra está señalando a Osasuna. ¿Por qué de todo esto? ¿Qué razón se esconde para proceder de esta manera contra el club de mis amores? Ya sé que no somos un club poderoso, pero eso no da pie a que se nos trate de la forma en la que en muchas ocasiones se nos está tratando.

No se en que va a finalizar todo esto. Ahora mismo, dado que la última sanción supera los 60.000 euros y conlleva también el cierre del estadio, le corresponde al Ministerio de Interior adoptar medidas.

Mientras todo esto ocurre, la plataforma digital “navarra.com” se ha dedicado a meter cizaña en contra del propio Osasuna. ¡Menudos rojillos!. Dicho medio de comunicación ha llegado a afirmar lo siguiente –y reproduzco literalmente sus palabras “…el despacho de abogados de Fran Canal se encarga de la defensa de dos radicales violentos de Indar Gorri que han sido sancionados con dos años sin poder acceder al estadio de El Sadar y con 3.500 euros de multa… poniendo de manifiesto, una vez más, la connivencia del máximo dirigente de Osasuna con el grupo ultra, al que defiende y protege para conseguir así sus favores en la asamblea a de compromisarios…” y como estas que reproduzco, otras afirmaciones similares que han conllevado que Osasuna haya interpuesto una querella contra este medio de comunicación al considerar que realiza injurias y calumnias inaceptables contra los intereses rojillos.

Vamos señores y señoras, que calentito está el asunto. No sé en que acabará pero desde luego no me gusta lo más mínimo que Osasuna sea objeto de debate en este tipo de cuestiones. Creo sinceramente que la Junta, en esta ocasión, ha obrado bien, tratando de defender la imagen de Osasuna y los derechos de sus socios, lo que pasa que ya no depende de nosotros y altas instancias nos pueden buscar las cosquillas y abocarnos a un problema.
Gorritxo

Comentarios