REFORMA DEL SADAR (Capítulo 3)
El 22 y el 28 de octubre escribí
dos artículos sobre la reforma del Sadar. Desde entonces no he vuelto a sacar
el tema, quizás contagiado porque esta cuestión lleva un tiempo congelada, no
sé porque extraña razón.
Anteriormente he mencionado
dos artículos del blog, pero son unos cuantos más en los que he hablado del
tema y en el que no he escondido mi opinión personal, que no es otra que la
reforma integral del estadio.
Todos sabemos que las
opciones son dos: una reforma básica que hay que acometer de forma obligatoria
para la próxima temporada, ya que en la actualidad el estadio no tiene licencia
de actividad ni cumple con las exigencias en materia de iluminación y cubiertas,
o una reforma, que es la que defiendo yo, que aparte de atender a las
exigencias de la liga, transforme al Sadar en un estadio moderno y cómodo para
el aficionado.
No voy a entrar en el tema
de si reforma básica o reforma integral, porque de esto ya he hablado en otras
ocasiones en el Blog. Lo único que tenemos que tener claro es que la básica le
va a suponer a Osasuna 9 millones y la pérdida de 1.500 localidades (obviamente
esto supondrá a la larga menos ingresos) y la integral que convertiría el Sadar
en un estadio moderno de entre 23.000 y 25.000 espectadores, conllevaría un
coste de aproximadamente 20 millones de euros (IVA incluido).
El principal escollo, tal y
como uno puede imaginarse, es el económico. Para ello la Junta del club se ha
puesto en contacto con Gobierno de Navarra y le ha presentado las siguientes
propuestas de financiación: que el club reciba una subvención por parte de las
arcas de la hacienda Navarra, que el Gobierno de Navarra avale el proyecto o
que el Gobierno se haga cargo de la reforma básica (7,5 millones de euros). No
obstante si la Asamblea de socios compromisarios se inclinara por la reforma
básica saldría algo más caro que siete millones y medio porque Osasuna tendría
que pagar millón y medio en concepto de devolución a Hacienda ya que adquirió
con ésta un compromiso de emplear los 16 millones de beneficios de años
anteriores, a ejecutar reformas.
En caso de que Gobierno de
Navarra acceda a ser avalista, Osasuna solicitaría un aval de 23 millones de
euros que permita cancelar préstamos antiguos y tener de esta forma un único
préstamo en el que se incluirían los 16 millones (sin IVA) que cuesta la
reforma integral.
El Gobierno de Navarra debe
hablar. El estadio es de su propiedad. Yo en mi casa lo tendría claro, puestos
a obrar vamos a realizar algo definitivo y no hacer algo para en 10 años tener
que intervenir de nuevo.
Lo que si está claro es que
no sé porque extraña razón el tema se ha congelado y parece que nadie quiere
hablar públicamente de ello. Inicialmente, en la hoja de ruta se contemplaba
que para estas fechas los socios de Osasuna ya hubiesen sido llamados a las
urnas para elegir uno de los 5 proyectos presentados, para que con
posterioridad los compromisarios decidieran si llevar adelante el proyecto elegido
o limitarse a la reforma básica. Pero como digo, el tema parece “aparcado”,
aunque me imagino que serán muchas las conversaciones y reuniones internas que
se habrán desarrollado para estas fechas por los máximos mandatarios tanto del
club como del Gobierno de Navarra.
Como decía anteriormente el
Sadar es propiedad del Gobierno de Navarra, aunque en la ley de
reestructuración de la deuda de Osasuna deja claro que se cede el estadio al
club rojillo hasta 2045 (a 75.000 euros anuales en Segunda y 150.000 en
Primera) y así mismo queda explicitado que todos los gastos de mantenimiento y
conservación del estadio deben ser asumidos por Osasuna. Por lo tanto está
claro que es Osasuna el que va a pagar y por lo tanto lo que se solicita es una
ayuda, aun a sabiendas que el gerente rojillo en Asamblea, dejó claro que Osasuna
podría soportar el pago de la ampliación incluso descendiendo a Segunda B y estando
dos temporadas en esa categoría.
En otras Comunidades las
administraciones públicas ayudan a sus clubes (por ejemplo recientemente hemos
sabido que la Diputación de Álava dará 7,1 millones de euros para la ampliación
de Mendizorrotza, el Gobierno Vasco aportará 7 millones y el Ayuntamiento
gazteiztarra 8 millones). Esta ayuda la hacen porque entienden que un equipo en
Primera es un aportación a la ciudad. Aquí hay que dejar claro que cuando Osasuna
solicita el aval, no está solicitando dinero público -y esto es algo que hay
que dejarlo claro-. Osasuna tiene claro que es él quien pagará el gasto que
suponga la reforma del estadio.
Ahora le toca hablar al
Gobierno de Navarra. Para ello el consejero de Hacienda se ha comprometido a
realizar un estudio jurídico sobre la posibilidad de avalar la propuesta
osasunista. Se sabe no obstante que el tema debería ser aprobado por el Parlamento
de Navarra e incluso existe la posibilidad que si el aval supera el 0,1 del PIB
navarro, se requiera una autorización del Consejo de Ministros con el riesgo de
que Bruselas pueda negarse a dicha autorización. Por todo ello es importante
que Gobierno de Navarra estudie bien la propuesta y la ejecute a la perfección
con el fin de que si es aprobada por el Parlamento foral, no encuentre
problemas en Madrid o Bruselas. Está clarísimo que las administraciones
públicas deben asegurarse que avales de esta índole no causen prejuicios a la
Hacienda en este caso Navarra y por ende a toda la ciudadanía de la comunidad.
En el hipotético caso de que
el Parlamento navarro dijera que no al aval, Osasuna debería buscar otros
mecanismos de financiar la propuesta.
No obstante hay un problema
que ya lo comenté cuando hablé de las Asambleas del club. Entre los
compromisarios hay una tendencia a tumbar cualquier iniciativa de la Junta
directiva. No sé porque me da, que también pueden tumbar, tan solo por llevar
la contraria a la Junta, el proyecto de reforma integral. A mi desde luego me
encantaría e incluso creo que sería más justo, que la decisión de reforma
básica o reforma integral, no pasara solamente por el voto de los
compromisarios, sino por el voto de la totalidad de socios del club. ¡Qué decir
cuando hay socios que tendrían que cambiar de localidad dado que con las
reforma básica se pierden 1500 butacas!
Me ha llegado el rumor que
Osasuna está pensando en preguntar a todos los socios si prefieren reforma
básica o integral, aunque luego si o si tiene que ser aprobado por la Asamblea
de compromisarios. Me parece una estrategia inteligente ya que si un tanto por
ciento elevadísimo de los socios optamos por la reforma integral, ¿se van a atrever
los compromisarios a tumbar a posteriori esa iniciativa respaldada por la
inmensa mayoría de la masa social del club?
Gorritxo
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