A BASE DE CASTA DOBLEGAMOS AL LIDER


Osasuna sigue invicto en casa y en esta ocasión superó al líder de la categoría a base de casta y tesón.

Los rojillos, que nos tienen acostumbrados a tirar muchos de sus encuentros en los minutos finales, en esta ocasión gracias al sprint final se auparon justamente con los tres puntos en juego y de esta forma mirar de reojo a los puestos de play off.

El Málaga, a pesar de venir con la vitola de líder, en ningún momento fue superior. El encuentro fue igualado, si bien un despiste, una vez más, a la hora de defender, le salió caro a Osasuna en el minuto 20. Los rojillos tuvieron que sobreponerse a un encuentro que se les puesto cuesta arriba, pero el equipo lo hizo a base de casta y tesón y aupado por una grada que una vez más estuvo brillante.

El encuentro se volvió loco los últimos 15 minutos. Blanco Leschuk fue expulsado y en el minuto 81, el de siempre, Juan Villar, empató el encuentro. Posteriormente vino la tangana con las expulsiones de Xisco y un exaltado N'diaye que llegó a decir a un jugador rojillo “te voy a matar”. En cuanto a Xisco he decir que no me gustó en el campo, aun a sabiendas que su intención era la de frenar al jugador malacitano, pero mucho menos me gusta ahora cuando leo que en el acta se reflejó que le dijo a un rival “gilipollas” y luego se dirigió al árbitro diciéndole “¿por qué cojones me expulsas?”. Esta semana sabremos el castigo que le cae pero desde luego flaco favor el que le hace al equipo.

Pero lo mejor estaba por llegar. En el 83, una genialidad de Roberto Torres con una espectacular ejecución de falta, hizo que el Sadar explotara de emoción y júbilo por la victoria.

No estaban ni Oier ni Íñigo y Jagoba optó por alinear a muchos jugadores de ataque y con Torres en el medio centro haciendo un encuentro fabuloso que redondeó con la genialidad del tanto.

Tres puntos que saben muy ricos. Primero porque necesitábamos ganar, segundo porque en frente estaba el líder, pero en tercer lugar porque el equipo dio muestras de garra y entrega al máximo, algo que transmitió a la grada y contagió al aficionado. Fue un encuentro de los que hacen afición, de los que divierten al espectador y de los que a uno le encanta ver. Está claro que este año, a diferencia del anterior, el Sadar es un estadio incómodo para todo aquel que nos visita.

El Sadar se está convirtiendo en un auténtico fortín, nada que ver con la imagen que estamos dando lejos de casa. El sábado vamos a Almendralejo y se impone la necesidad de sumar los tres puntos. Hasta la fecha solamente hemos sumado fuera de casa dos puntos de los 18 posibles y si desde luego queremos aspirar a algo, debemos marcarnos la victoria como un reto a conseguir.
Gorritxo.

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