DEBUT LIGUERO


Ya estamos inmersos en la liga 18-19 y es hora de entrar a valorar lo visto en el debut liguero. Había ganas por ver al equipo e ilusión a raudales en el nuevo proyecto rojillo, pero todas estas ilusiones se han congelado no solo por la derrota del equipo, sino por el mal juego practicado.

Está claro que el equipo dista mucho de estar a su mejor nivel y desde luego queda mucho recorrido por andar. El nuevo míster rojillo es amigo de presionar al rival en su campo para robarle el balón tratando de ser verticales de cara al marco contrario, pero por lo visto en Mallorca, el equipo está a años luz de interiorizar dicho esquema. Hay nuevo técnico, nuevos jugadores y está claro que hay que ser pacientes ya que la liga es larga y esto no ha hecho más que empezar.

En el debut 18-19 Osasuna contó con las bajas por lesión de Sergio Herrera, Rubén, Aridane y Fran Mérida al que hay que sumarle las ausencias por sanción de Lillo y Xisco. Debido a estas bajas el míster rojillo convocó a Iván Martínez, Endika y Javi Martínez, jugadores que por primera vez entraban en una convocatoria oficial del primer equipo. En total, entre los elegidos, se hallaban 12 canteranos y 10 navarros, algo que al menos a mí, me llena de satisfacción.

Entrando ya en la valoración del encuentro, hay que anotar que Osasuna mereció la derrota debido a su pésimo juego. En el descanso el equipo bermellón se fue al vestuario con el único gol que se marcó en el partido y podemos dar gracias de que tan solo fuera esa la renta. Osasuna, sobre todo en los primeros 45 minutos, no hizo nada y eso que el equipo rojillo comenzó dando una buena imagen al comienzo del encuentro, algo que rápidamente se diluyó para pasar a estar a merced del equipo de casa.

Es verdad que el penalti que generó el gol fue dudoso y el golazo de chilena de Nacho Vidal a falta de un minuto para la conclusión debió subir al marcador ya que no fue juego peligroso puesto que la cabeza va al pie y no el pie a la cabeza. Dicho esto, no es menos verdad que para ganar un partido hay que hacer bastante más de lo que hizo Osasuna este domingo. El equipo no se hizo dueño del balón, fue incapaz de dar dos pases seguidos y no llegó a la puerta contraria. Mejoró con los cambios en el tramo final del encuentro, pero un partido dura 90 minutos. Aun así, como ya he comentado, a pesar de jugar mal el equipo pudo sumar si el árbitro toma una decisión diferente en las dos jugadas clave: el penalti y el gol anulado.

Entre los jugadores que saltaron al terreno de juego debo de resaltar la participación del debutante Juan Pérez, para mi el mejor rojillo del partido. En defensa, el ex del Mirandés Lago Junior, volvió locos a nuestros zagueros y faltó esa contundencia de la pretemporada.

Donde el equipo estuvo realmente mal fue de centro campo hacia arriba. Oier estuvo pésimo en el puesto de pivote. Se fue con una amarilla y bien pudo acabar expulsado. De Íñigo Pérez esperaba un poco más, aunque bien es verdad que estuvo solo y desasistido ya que no tuvo a un compañero a la altura. En Banda nada de nada y de Torres simplemente anotar que salvo protestar, no aportó mucho más. Así que si la línea de creación no funciona, el resultado está claro: nuestro delantero David Rodríguez estuvo desaparecido en combate y las ocasiones de gol fueron nulas por no decir inexistentes en los 90 minutos de juego. Está claro que el 4-2-3-1 no funcionó, o si no el esquema, por lo menos algunos de los jugadores que ocuparon esos puestos.

A pesar de la derrota y del mal juego desarrollado, sigo apostando por este nuevo Osasuna. Me gusta que se siga confiando en la gente de casa y considero que el proyecto aun está en pañales por lo que hay que darle un margen de confianza. Ver a 8 canteranos en el primer once de la temporada, al menos a mí, me llena de ilusión. Con Diego Martínez esta circunstancia era imposible de imaginar.

Hay que darle tiempo para que el equipo se acople y se adapte a las pretensiones del nuevo míster. La ilusión es grandísima al ver jugadores de la casa y con futuro. Este proyecto es cuestión de paciencia y de tiempo.

Finalizaré mi crónica del partido dominical agradeciendo la valoración de autocrítica efectuada por el mister rojillo, el cual se mostró enfadado al finalizar el encuentro y admitió los errores cometidos. ¡A saber en estas circunstancia a quien hubiese culpabilizado Diego Martínez de la derrota!.

Ahora toca pasar página y pensar en el Elche. Veremos que ocurre. Lo que si que me gustaría ver es a Juan Pérez en el once titular. Creo que el chaval se lo ha ganado. Así mismo, de mantener el mismo esquema de Mallorca, creo que habría que cambiar de pivote. Para ello están Imanol y Perea. Creo que les ha llegado la hora.

Gorritxo.

Comentarios

  1. El equipó no funcionó. Se vislumbran detalles interesantes en jugadores, pero la verdad es que la primera toma de contacto fue decepcionante. Voy por partes:

    Juan Pérez fue la mejor noticia. Sin embargo, se le vieron algunas carencias en el juego aéreo y con el balón en los pies. Vamos a ver si tienes más oportunidades. Es un portero de 22 años, no es un juvenil. Da la sensación de estar muy verde. Creo que no es bueno sobrevalorar cualidades de jugadores solo por su lugar de nacimiento o porque sean canteranos.

    Esto me lleva a Barja: para ser un extremo no es lo suficientemente rápido ni hábil. Suele fallar en el primer control y, vamos a ser claros, no se va de nadie. Vive del partido contra el Valladolid. Tiene 20 años, sí, pero ahora mismo no hay nada que indique, por poner un ejemplo cercano, que se vaya a convertir en un Berenguer. Con Olavide pasa lo contrario. Cuando toca el balón se ve algo distinto, un jugador con clase aunque demasiado frío. Nos han vendido que ha vuelto de Sevilla cambiado y personalmente vi lo de siempre: se esconde.

    No se esconden pero ojalá lo hicieran: Oier, David Rodríguez y Torres. El primero comete en todas las posiciones en las que juega al menos un error grave por partido. De central no tengo que decir lo que eso significa. Garra muchísima, pero en este deporte no vale con eso. Sobre el delantero, creo que Rodríguez se quiere ir y si encuentran un punta lo hará. Es un delantero sin recursos, sin velocidad y sin gol. Un desastre. Lleva año y medio arrastrándose. Y, bueno, Torres, qué decir. Sigue en la misma tónica: protestar y fallar pases al primer toque casi al 90 por ciento. No da ni una. ¿Nadie le ha dicho que deje de hacerlo? Ni sacó las faltas bien.

    Por el lado bueno: Nacho Vidal, Iñigo Pérez y David García. Creo que además Osasuna va a ser un equipo con capacidad para dominar y con dinamita arriba. Xisco, Brandon, Villar, Rubén García... En Segunda deben infundir temor. Sinceramente, creo que tenemos una gran plantilla.

    Saludos,
    Emilio.

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