QUIQUE, ADIOS Y GRACIAS


Desde que se supo que Quique dejaba Osasuna para fichar por el Depor, las redes sociales y el entorno osasunista no ha parado de comentar la noticia con opiniones para todos los gustos. Yo no voy a ser menos y mostraré mi parecer a través de este artículo.

Lo primero que está claro es que las cuentas económicas de Osasuna notarán la venta del jugador y las baldas de gomina de los supermercados volverán a estar de nuevo con género.

Entrando ya en materia, creo que nos hemos vuelto locos. Pero ¿quién es Quique? ¿Por qué nos tiene tan preocupados su marcha?

Recordaré que se trata de un jugador que con sus 28 año solo ha jugado tres partidos en primera división, un jugador que, es verdad que el año pasado no jugó en su puesto porque el “cabezón” de Diego se empeñó en ponerlo en banda, pero no es menos verdad que jugando de delantero solo marcó 4 goles en liga y uno en copa. Llegó a Osasuna con el curriculum de haber marcado 16 goles con el Almería, pero aquí en Osasuna, sus números son bien distintos.

Aquí hay un serio problema. Llevamos varios años tan mal, en lo deportivo, que nos sorprende y nos maravilla cualquiera. Viene cualquier equipo, cualquier jugador y todos nos parecen buenos, todos nos parecen imprescindibles. Pero por favor queridos rojillos, ¿quién es Quique González?, ¡qué no es ni pichichi de primera, ni bota de oro, ni nada que se le parezca!, ¡que es un jugador del montón y de segunda división!.

Yo personalmente os lo diré alto y claro: SI SE QUIERE IR… QUE SE VAYA.

La historia de Quique es muy clara: juega a caballo ganador. El año pasado vio que Osasuna tenía dinero y estaba armando una gran escuadra. Él se las prometía muy felices a principio de temporada dando por hecho de que íbamos a subir, pero ¡Ay amigo!... ¡Esto es segunda división!... y viene un Huesca que no contaba para nadie y se cuela a las primeras de cambio en primera división y los de los dineritos (Granada, Osasuna…) hacen una temporada mediocre. Este año la historia se repite, con el añadido de que los tres descendidos han cobrado más que lo cobró Osasuna el año pasado por descender y el bueno de Quique… vuelve a jugar a la misma carta, a pertenecer a una de las plantillas de los aspirantes. ¿cómo le saldrá la cosa?... Pues puede ser el goleador de la categoría o puede ser el Quique de este año en Osasuna. Está claro que en segunda no hay nada escrito y no juguemos a apostarnos nada porque nada es seguro y cualquier cosa puede pasar. Así pues, amigo Quique, ¡Qué te vaya bonito!... nosotros, como rojillos, a lo nuestro.

Estos días se le ha criticado mucho a Braulio. Yo personalmente cuando le tengo que dar al Director deportivo lo hago, pero en esta ocasión debo sacarle la cara porque sinceramente creo que ha obrado muy bien.

En primer lugar le honra a Braulio el no esconderse. Nada más conocerse la noticia salió a dar la cara y a explicar como habían sucedido las cosas en el caso Quique. ¡Ójala la Junta Directiva hubiese explicado con la misma claridad el fichaje de Merino por parte del Borussia!

En segundo lugar ha habido aficionados que a través de las redes sociales han expresado su malestar porque dicen que Braulio ha engañado a los socios ocultando los pormenores del contrato de Quique. Pero ¡Vamos a ver señores!. ¿A alguien se le puede ocurrir airear a los cuatro vientos la letra pequeña del contrato para que así el rival conozca todos los detalles de nuestras debilidades y puntos flacos?. Por supuesto que Braulio hizo muy bien callando y no informando de la letra pequeña del contrato del jugador. Al rival no hay que regalarle nada. Haber facilitado esa información para el conocimiento de todos los clubes rivales, hubiese supuesto una gran torpeza por parte del Director Deportivo rojillo. ¿cómo vamos a publicitar e informar a los rivales que el jugador durante unas fechas tiene una cláusula más baja por si lo quieren fichar cuando el club contaba con él?, pero ¿estamos locos?. Esto es futbol, ¡no son las rebajas del Corte Inglés!

La historia de Quique es muy sencilla. La temporada pasada estuvo a punto de fichar por el Levante. Esta circunstancia provoca que el entonces director deportivo del Levante conociera el contrato de Quique a la perfección y este año, dicho director, ha fichado por el Deportivo, por lo que sabía la letra pequeña del contrato del jugador. Además el representante de Quique se ha encargado de mover oportunamente sus fichas.

Así pues Quique se va al Depor primero porque el jugador ha querido y en segundo lugar porque el director deportivo del Coruña sabía que había una cláusula firmada y exigida por el delantero en la que decía que en caso de no ascender, entre el 3 y el 20 de julio de 2018, tendría una cláusula de 1.700.000 euros, que volvería a ser de 5.000.000 una vez pasada esa fecha.

Y hay quien dice ¿por qué se firmaron esas cláusulas?. Pues señores, porque el jugador lo exigió y si no aceptabas el jugador tenía otras novias y hubiese dicho adiós al proyecto rojillo recalando en otro club.

Yo la verdad es que no estoy nada preocupado. Osasuna lo fichó el año pasado por 1.500.000 de euros y ahora lo vende por 1.700.000 euros y de paso se desprende de un jugador que tenía uno de los sueldos más altos de la plantilla. ¿En lo deportivo?... pues aunque era un jugador importante en la plantilla, en el Osasuna actual nadie es imprescindible y si se va, vendrá otro. No hay problema, aunque no se me escapa que en el mercado, el fichaje de delanteros es muy complicado y Quique es un jugador apetecido en segunda.

Ahora que el Depor pague, tal y como está estipulado en contrato, la cuantía íntegra y en un solo pago y con este dinero más el obtenido por Torró (1.750.000€), fichamos a alguien que refuerce el equipo. Hay una cosa clara: con las dos ventas Osasuna ha recuperado el dinero invertido el año pasado en todos los fichajes realizados y en lo deportivo yo sigo pensando que el equipo no es peor que el del año pasado.

Yo no obstante, y para ir terminando, lo vengo demandando desde hace tiempo, antes de que se conociera la marcha de Quique: Osasuna necesita fichar a alguien de banda, a alguien que abra el juego y a alguien que aporte velocidad al equipo. Ahora que se ha ido Quique, entiendo que también debemos buscar a un punta. Estaremos atentos a los movimientos que se puedan producir en los próximos días.

El año pasado tuvimos problema con el gol y creo que seguimos sin resolver esa cuestión. Tenemos a Xisco que el año pasado marcó 8 goles y a David con 7 dianas, números muy lejanos a los de otros jugadores de la categoría: Raúl de Tomás (Rayo) con 24 tantos, Cucho Hernández y Gonzalo Melero del Huesca con 16 goles cada uno, Borja Iglesias (Zaragoza) con 22, Michael Santos (Sporting) con 17 y Mata (Valladolid) con 33. Pero no es solo cuestión de delanteros, es cuestión del equipo y de que a los puntas les lleguen balones en condiciones y para ello nos hace falta centro campo y bandas.


Gorritxo.

Comentarios

  1. «La historia de Quique es muy clara: juega a caballo ganador. El año pasado vio que Osasuna tenía dinero y estaba armando una gran escuadra». Totalmente, además creo que se sentía maltratado por el sistema que tenía el entrenador y por el estilo del equipo. Es un tipo que lucha mucho, que tiene calidad --buen disparo, faltas directas-- y velocidad, pero el año que completó en Osasuna fue horrible. No se le va a echar de menos. Tenía una nómina bastante alta --algo que ayudó a que viniera, al igual que las cláusulas de su contrato-- pero su rendimiento ha sido pobre, igual que el de David Rodríguez. Ambos venían de clubes con buen trato del balón, como Almería y Alcorcón, respectivamente, y Osasuna no está pasando su mejor momento creativo, una circunstancia que no les ha ayudado. Ojalá cambie, y con ello la racha de Rodríguez. Ya te digo que si se va --pagando un buen montante--, tampoco habría que temblar.

    Un saludo,
    Emilio.

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